lunes, 21 de noviembre de 2011

Un mismo espacio... tres formas de comprenderlo

     Ya sabiendo los colores de foco que he de poner, falta adecuar la POSICIÓN de la cámara a la historia de Dragón Blanco.
       Para ello nos centraremos en TRES POSICIONES PRINCIPALES: la principal, como el personaje, se trata de la de la Bailarina, que tendrá un movimiento de giro, dándonos una visión confusa, casi abstracta, de las luces que van apareciendo a lo largo de la tarde hasta caer la noche; la segundo, la del Pintor, que será a una altura de adulto, ya que imitará la realidad tal cuál la está viendo él, con una imagen nítida, concentrada no en la bailarina, sino en lo que la rodea (luces, sombras, colores...); por último, la tercera mirada, la del Escritor, que al estar sentado tras el escritorio, tendrá una posición de 1,20 m aproximadamente, y se centra no en lo que hay en la habitación, sino en la Bailarina (principalmente) y de cómo ella va dando forma a su entorno. Al estar a esta altura, la chica parecerá más grandiosa... perfecta para cuando crezcan sus alas...

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